Lactea Divin es más que un perfume… es un suspiro suave sobre la piel, un abrazo líquido de calidez, dulzura y elegancia. Desde la primera nota, te sumerge en una nube lechosa, aterciopelada y reconfortante, como el olor que queda en el aire después de una taza de leche tibia con vainilla en una noche de lluvia.
Es íntimo, adictivo y delicadamente sensual. Un perfume que no busca llamar la atención con estruendo, sino con la cercanía, con ese “no sé qué” que invita a acercarse, a quedarse, a recordar.